La educatión foncional
El papel de la lengua
Ciertas observaciones científicas han llamado desde hace mucho la atención de los ortodoncistas sobre la incidencia de la lengua en las anomalías de posición de los dientes y de los maxilares.
Sin embargo, al no ser muy destacables los medios de corrección de la lengua, los ortodoncistas han contado sobre todo con su capacidad para desplazar los dientes mediante sistemas de fuerzas aplicadas con aparatos dentales.
Las últimas investigaciones han demostrado que para que el tratamiento sea eficaz, no debe apoyarse solamente en los aparatos de nuevo concepto sino que debe también poner en marcha una reeducación de ciertas funciones.
Los ortodoncistas son más conscientes que nunca que la disposición de los dientes no corresponde sólo a una anatomía, sino que también al modelado organizado por las funciones bucales.
Podemos por tanto deducir, de manera esquemática, que las anomalías resultan sea por factores genéticos (hereditarios), sea por factores adquiridos(traumas, enfermedades), sea por factores funcionales (pulgar, malos hábitos).
La lengua, músculo esencial de la boca, compuesta de 17 músculos condiciona mucho las anomalías dentales. En esta obra vamos a ver su importancia en la deglución, la respiración y la postura. Veremos también los ejercicios adaptados para la reeducación de estas funciones.
Sin embargo, el desarrollo de los niños está igualmente condicionado por la hormona del crecimiento segregada esencialmente durante el sueño. La reeducación debe por tanto prever un buen sueño.
La deglución
La deglución es el acto de tragar saliva o alimentos. Este acto se repite más de 2.500 veces al día! Por tanto, una mala deglución puede explicar una mala posición de los dientes y un mal desarrollo de los maxilares. Esto es debido principalmente al hecho que la deglución del bebé, que no tiene dientes, es diferente a la del niño y el adulto que comen con sus dientes.
Antes de la dentición: el bebé toma leche. Su pequeña lengua debe aspirar la leche y después tragarla. Para ello, ésta debe apoyarse delante y proyectar la leche hacia la garganta, entonces los labios se cierran y la punta de la lengua se apoya detrás de éstos, pasando entre las encías. Es la deglución infantil, arcaica o atípica.
Con los dientes, aproximadamente con 8 años, el niño para tragar cierra los dientes y la lengua viene a apoyarse en el paladar, para empujar los alimentos hacia atrás. Es la deglución adulta.
Por tanto, los bebés cierran los labios y pasan la lengua entre las encías.
El niño, el adulto, cierra los dientes y apoya la lengua en el paladar.
Sabemos que un niño ha conservado la deglución infantil sin mirar en el interior de su boca, ya que cierra los labios.
Si un sujeto conserva la deglución infantil :
- Su lengua se apoya entre los incisivos: éstos no pueden tocarse para cortar los alimentos (problema de mordida abierta)
- Su lengua no estimula el paladar: éste se vuelve estrecho
- Su lengua puede empujar los incisivos superiores: el maxilar superior y los dientes se adelantan
- Su lengua puede empujar los incisivos inferiores: el maxilar inferior se ensancha y los dientes se adelantan
La respiración
Realizando la respiración por la nariz, lo normal es que la lengua se quede en el interior de la boca. En algunas personas, la respiración es lo que llamamos respiración bucal. Son a menudo personas que padecen obstrucciones nasales. El niño respira con la boca abierta. En estos casos el ortodoncista valorará obtener la opinión del O.R.L. A veces se llega a efectuar un tratamiento. Sin embargo, la respiración nasal también puede mejorarse mediante ejercicios.
Cuando una persona presenta una respiración bucal, la lengua tiende a bajar para permitir el flujo aéreo.
Respiración nasal : boca cerrada, lengua en lo alto del paladar
Respiración bucal : boca abierta, lengua tras los incisivos inferiores o entre los dientes.
Si un sujeto presenta una respiración bucal :
- su nariz no trabaja y su boca tampoco
- pierde parte de su olfato
- los ronquidos pueden engendrar apneas del sueño
- su boca se seca, las encías pueden estar enfermas
- su lengua desborda de la boca. Por ello su posición ejerce una presión sobre los dientes y los maxilares y engendra anomalías anatómicas.